Piensa en el largo camino de regreso.
¿Tendríamos que habernos quedado
en casa pensando en este lugar?
¿Dónde estaríamos ahora?

Elizabeth Bishop

lunes, 31 de diciembre de 2018

2018 en lecturas

Tecman repararía primero en el número de lecturas antes que en los libros en sí. Vería ese 81 de la última línea y pensaría que es el único número donde su raíz cuadrada es igual a la suma de sus dos dígitos. Escribía en sus diarios que los números eran lo único que le daban a la vida estabilidad. No sólo le atraían el significado de los números, también su forma, el dibujo en el papel: de niño escribió varios cuadernos de series de números, del uno hasta el quince mil ochocientos setenta y siete, cada número separado del siguiente por un pequeño guión. Tecman miraba página a página y veía en esos números dibujos de dioses y seres mitológicos. Si fuese como Tecman, detallaría el género tanto de los libros como de los escritores, así como sus diferentes nacionalidades, años de edición, editoriales, la nota de cada uno de ellos. Me pregunto qué resultado saldría de sumar cada número de esa lista inexistente, qué dibujo saldría de ella.

Para mí, 81 es un número más, no habla de la calidad y la calidez de mis lecturas de 2018, ni de cómo este año se divide en dos partes: los primeros seis meses de lecturas voraces y los últimos donde trabajar en el turno de noche paró mi ritmo lector y sólo los domingos, antes del amanecer, conseguía dos o tres horas de descanso real dedicadas a leer.

El año empezó con La contravida de Philip Roth (palabras mayores), y en una especie de cierre de círculo a la saga Zuckerman, con La mancha humana y Sale es espectro. Operación Shylock fue un divertimento brutal, una novela esquizofrénica y divertida donde se habla del enfrentamiento entre realidad y ficción. Roth es un autor al que regreso cada año. Como hago con Vonnegut, esta vez con su clarividente Barbazul, donde vuelve a hablarnos de la estupidez humana y de que es el momento de las mujeres para tomar las riendas de nuestro presente y futuro, y la relectura de Matadero cinco que no sólo no me decepcionó, sino que sentí mejor que en mi primera incursión en ella. También regresé a Onetti, su novela El astillero, densa y magnífica, donde los personajes deambulaban camino de ninguna parte e inventaban una mentira que les diese un motivo para vivir. Cărtărescu fue otro de mis regresos tras aquel Nostalgia de años atrás. Sentí vasos comunicantes entre Solenoide y El ala izquierda, cómo esta última parecía un bosquejo de lo que luego sería la primera. Me reencontré con Cheever  en Falconer, extraña y fascinante descripción del aislamiento y el infierno.

El descubrimiento del año fue Dovlátov. Tanto La extranjera como El compromiso y La maleta me descubrieron a un autor con un humor socarrón que mostraba tanto las penas y las reglas absurdas del régimen comunista como la vida en el exilio. Un escritor contundente. El entenado, de Saer, y su cuestionamiento sobre la realidad y los otros me hizo salir a la librería a por más libros suyos. Cynthia Ozick me sorprendió con La galaxia caníbal y Halfon con sus novelas cortas a medio camino entre realidad y ficción. Memorias de una superviviente, mi primer acercamiento a Lessing, me trajo una voz inteligente. Zorba el griego fue un chute de vitalidad y sabiduría antigua.

En cuanto a la poesía, lo mejor no es un libro, sino el recital de Antonio Gamoneda en la biblioteca. Sus gestos lentos y su voz ágil, los acoples del audífono con el micrófono, los poemas que hablaban de la luz en la oscuridad y el frío, de la vejez, el amor, la ausencia y el redescubrimiento de la infancia, propia y ajena. Los poemarios de Sharon Olds, leídos durante tres días febriles, ocupan un lugar destacado en el recuerdo lector de este año, como La miel, del guionista Tonino Guerra, donde habla de su regreso al pueblo de su infancia en el que apenas quedan nueve personas vivas entre las casas abandonadas. Las antologías de mujeres poetas de Bartleby son tan irregulares como apasionantes y Ganarás la luz, de León Felipe, un poemario arrebatado. Y no quiero olvidar la faceta poética de Jim Dodge y la libertad con la que escribe.

Terminé el año con los cuentos de Alice Munro, Grace Paley y Lucia Berlin (mi lectura actual, mi lectura entre años). Hay algo enigmático en ellas, algo que queda en suspenso, una palabra, una verdad entrevista.

¿Decepciones? No conecté con los poemas de Philip Levine, los cuentos fantásticos de Robert W. Chambers y la historia antártica de Lovecraft de En las montañas de la locura. También, no tener tiempo ni cuerpo para escribir sobre mis lecturas, una manera de fijarlas en mi recuerdo y continuar el diálogo abierto en sus páginas. Extraño eso, escribir sobre libros. Cualquier cosa. Y no tengo propósito lector para este nuevo año más allá de reducir la altura de las columnas de libros pendientes sobre la estantería.

Para terminar, antes de dejar la lista de libros de este 2018, me gustaría dejar mis siete lecturas favoritas de 2018:

La contravida - Philip Roth
Barbazul - Kurt Vonnegut
Solenoide - Mircea Cartarescu
El entenado - Juan José Saer
El astillero - Juan Carlos Onetti
El compromiso - Serguey Dovlátov
Los muertos y los vivos - Sharon Olds

Me dejó tanto en el tintero, Fante, Łem, Ford, Daša Drndić. …
















01) La contravida - Philip Roth. Trad. Ramón Buenaventura. Debolsillo.
02) Alfa, Bravo, Charlie, Delta - Stephanie Vaughn. Trad. Ana Crespo. Sajalín editores.
04) El hombre es un gran faisán en el mundo - Herta Müller. Trad. Juan José Solar. Debolsillo.
05) La mujer del bombero - Richard Bausch. Trad.  M. Rosario Martín Ruano y M. Carmen África Vidal. Tropismos.
08) Barbazul - Kurt Vonnegut. Trad. Gemma Rovira. Hermida editores.
09) Solenoide - Mircea Cărtărescu. Trad. Marian Ochoa de Eribe. Impedimenta
10) The simple truth - Philip Levine. Trad. Juan José Vélez Otero. Valparaíso ediciones.
11) Últimos testigos. Los niños en la Segunda Guerra Mundial - Svetlana Alexiévich. Trad. Yulia Dobrovolskaia y Zahara García González. Debolsillo.
12) La extranjera - Sergey Dovlátov. Trad. Ricardo San Vicente. Ikusager ediciones
15) Mal dadas - James Ross. Trad. Carlos Mayor. Sajalín editores.
16) Casa de misericordia - Joan Margarit. Visor.
18) Arden las pérdidas - Antonio Gamoneda. Tusquets editores.
23) La mujer temblorosa o la historia de mis nervios. Siri Hustdvedt. Trad. Cecilia Ceriani. Editorial Anagrama.
24) Ahora - Isabel Bono. Editorial Prensas universitarias de Zaragoza.
25) Tocar el agua, tocar el viento - Amos Oz. Trad. Raquel García Lozano. Debolsillo.
26) Yo por dentro - Sam Shepard. Trad. Jaime Zulaika. Anagrama.
27) Luz de noviembre, por la tarde - Eduardo Laporte. Editorial Demipage.
28) Cara o cruz - Itziar Mínguez Arnáiz. Huacanamo.
31) La soledad del corredor de fondo - Alan Sillitoe. Trad. Mercedes Cebrián. Impedimenta
34) La policía celeste - Ben Clark. Visor
37) Lo seco - Isabel Bono. Bartleby editores (Relectura)
38) La balada de Iza - Magda Szabó. Trad. José Miguel González Trevejo y Mária Szijj. Debolsillo
40) La mancha humana - Philip Roth. Trad. Jordi Fibla. Debolsillo
43) El código de la piel - Miren Agur Meabe. Trad. Miren Agur Meabe y Kepa Murua. Bassarai ediciones
44) La canción de Mercurio - Isabel Bono. Editorial Baile del sol (Relectura)
45) El libro de la risa y el olvido - Milan Kundera. Trad. Fernando de Valenzuela. Tusquets editores
46) Sale el espectro - Philip Roth. Trad. Jordi Fibla. Debolsillo.
47) (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016). VV. AA. Bartleby editores
48) Matadero cinco - Kurt Vonnegut. Trad. Margarita García de Miró. Anagrama (Relectura)
49) La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger. VV. AA. Bartleby editores
52) Un día más con vida - Ryszard Kapuściński. Trad. Agata Orzeszek. Anagrama
53) Antología poética - Joaquín O. Gianuzzi. Visor
54) La investigación - Stanisław Łem. Trad. Joanna Orzechowska. Impedimenta
55) Trieste - Daša Drndić. Trad. Simona Skrabec. Automática editorial
56) Al oeste de Roma - John Fante. Trad. Antonio-Prometeo Moya. Anagrama
57) Nieve - Orhan Pamuk. Trad. Rafael Carpintero. Debolsillo
60) En las montañas de la locura - H.P. Lovecraft. Trad. Francisco Torres Oliver. Valdemar
61) Un vagabundo toca con sordina - Knut Hamsun. Trad. Pedro Camacho. Debolsillo
62) De otra vida - Federico del Barrio/Isabel Bono. Luces de: Gálibo (Relectura)
63) El compromiso - Serguey Dovlátov. Trad. Ana Alcorta y Moisés Ramírez. Ikusager ediciones
64) El rey de Amarillo - Robert W. Chambers. Trad. Marta Lila Murillo. Valdemar
65) Momentos de la vida de un fauno - Arno Schmidt. Trad. Luis Alberto Bixio. Debolsillo
66) Los muertos y los vivos - Sharon Olds. Trad. J. J. Almagro Iglesias y Carlos Jiménez Arribas. Bartleby editores
67) Satán dice - Sharon Olds. Trad Rosa Lentini y Ricardo Cano Gaviria. Ediciones Igitur
68) El padre - Sharon Olds. Trad. Mori Ponsowy. Bartleby ediciones
69) El ala izquierda. Cegador I - Mircea Cartarescu. Trad. Marian Ochoa de Eribe. Impedimenta
70) La última alegría - Knut Hamsun. Trad. Luis Molins. Debolsillo
71) Monasterio - Eduardo Halfon. Libros del Asteroide
72) Operación Shylock - Philip Roth. Trad. Ramón Buenaventura
73) La maleta - Serguéi Dovlátov. Trad. Justo E. Vasco. Revisión y adaptación Tania Mikhelson y Alfonso Martínez Galilea. Editorial Fulgencio Pimentel
75) El espejo discreto - Ana Pérez Cañamares. Pre-textos editorial
76) Yo estoy vivo y vosotros muertos. Un viaje en la mente de Philip K. Dick. Emmanuel Carrère. Trad. Marcelo Tombetta. Editorial Anagrama
77) Falconer - John Cheever. Trad. Alberto Coscarelli. Debolsillo
78) La miel - Tonino Guerra. Trad. José Vicente Piqueras. Editorial Pepitas de Calabaza
79) Las lunas de Júpiter - Alice Munro. Trad. Esperanza Pérez Moreno. Debolsillo
80) Enormes cambios en el último minuto - Grace Paley. Trad. José Manuel Álvarez y Ángela Pérez. Anagrama
81) Más tarde, el mismo día - Grace Paley. Trad. César Palma. Anagrama

2 comentarios:

Lucas Despadas dijo...

Me apunto varias. Gracias por compartir tu lista y tus experiencias. Mucho ánimo con el trabajo y ojalá encuentres más tiempo para leer pronto.

Un abrazo.

caminos que no llevan a ningún sitio dijo...

Sí que se extraña no tener tanto tiempo para leer. Por ahora he empezado bien el año con Berlin y Soseki.
Un abrazo