Tecman repararía primero en el número de lecturas antes que
en los libros en sí. Vería ese 81 de la última línea y pensaría que es el único
número donde su raíz cuadrada es igual a la suma de sus dos dígitos. Escribía
en sus diarios que los números eran lo único que le daban a la vida
estabilidad. No sólo le atraían el significado de los números, también su
forma, el dibujo en el papel: de niño escribió varios cuadernos de series de
números, del uno hasta el quince mil ochocientos setenta y siete, cada número
separado del siguiente por un pequeño guión. Tecman miraba página a página y
veía en esos números dibujos de dioses y seres mitológicos. Si fuese como
Tecman, detallaría el género tanto de los libros como de los escritores, así
como sus diferentes nacionalidades, años de edición, editoriales, la nota de
cada uno de ellos. Me pregunto qué resultado saldría de sumar cada número de
esa lista inexistente, qué dibujo saldría de ella.
Para mí, 81 es un número más, no habla de la calidad y la
calidez de mis lecturas de 2018, ni de cómo este año se divide en dos partes:
los primeros seis meses de lecturas voraces y los últimos donde trabajar en el
turno de noche paró mi ritmo lector y sólo los domingos, antes del amanecer,
conseguía dos o tres horas de descanso real dedicadas a leer.
El año empezó con La
contravida de Philip Roth (palabras mayores), y en una especie de cierre de
círculo a la saga Zuckerman, con La mancha humana y Sale es espectro. Operación Shylock fue un divertimento
brutal, una novela esquizofrénica y divertida donde se habla del enfrentamiento
entre realidad y ficción. Roth es un autor al que regreso cada año. Como hago
con Vonnegut, esta vez con su clarividente Barbazul, donde vuelve a hablarnos
de la estupidez humana y de que es el momento de las mujeres para tomar las
riendas de nuestro presente y futuro, y la relectura de Matadero cinco que no sólo no me decepcionó, sino que sentí mejor
que en mi primera incursión en ella. También regresé a Onetti, su novela El astillero, densa y magnífica, donde
los personajes deambulaban camino de ninguna parte e inventaban una mentira que
les diese un motivo para vivir. Cărtărescu fue otro de mis regresos tras aquel Nostalgia de años atrás. Sentí vasos
comunicantes entre Solenoide y El ala izquierda, cómo esta última
parecía un bosquejo de lo que luego sería la primera. Me reencontré con
Cheever en Falconer, extraña y fascinante descripción del aislamiento y el
infierno.
El descubrimiento del año fue Dovlátov. Tanto La extranjera como El compromiso y La maleta me
descubrieron a un autor con un humor socarrón que mostraba tanto las penas y las
reglas absurdas del régimen comunista como la vida en el exilio. Un escritor
contundente. El entenado, de Saer, y
su cuestionamiento sobre la realidad y los otros me hizo salir a la librería a
por más libros suyos. Cynthia Ozick me sorprendió con La galaxia caníbal y Halfon con sus novelas cortas a medio camino
entre realidad y ficción. Memorias de una
superviviente, mi primer acercamiento a Lessing, me trajo una voz
inteligente. Zorba el griego fue un
chute de vitalidad y sabiduría antigua.
En cuanto a la poesía, lo mejor no es un libro, sino el
recital de Antonio Gamoneda en la biblioteca. Sus gestos lentos y su voz ágil,
los acoples del audífono con el micrófono, los poemas que hablaban de la luz en
la oscuridad y el frío, de la vejez, el amor, la ausencia y el redescubrimiento
de la infancia, propia y ajena. Los poemarios de Sharon Olds, leídos durante
tres días febriles, ocupan un lugar destacado en el recuerdo lector de este
año, como La miel, del guionista
Tonino Guerra, donde habla de su regreso al pueblo de su infancia en el que
apenas quedan nueve personas vivas entre las casas abandonadas. Las antologías
de mujeres poetas de Bartleby son tan irregulares como apasionantes y Ganarás la luz, de León Felipe, un
poemario arrebatado. Y no quiero olvidar la faceta poética de Jim Dodge y la
libertad con la que escribe.
Terminé el año con los cuentos de Alice Munro, Grace Paley y
Lucia Berlin (mi lectura actual, mi lectura entre años). Hay algo enigmático en
ellas, algo que queda en suspenso, una palabra, una verdad entrevista.
¿Decepciones? No conecté con los poemas de Philip Levine, los
cuentos fantásticos de Robert W. Chambers y la historia antártica de Lovecraft
de En las montañas de la locura.
También, no tener tiempo ni cuerpo para escribir sobre mis lecturas, una manera
de fijarlas en mi recuerdo y continuar el diálogo abierto en sus páginas.
Extraño eso, escribir sobre libros. Cualquier cosa. Y no tengo propósito lector
para este nuevo año más allá de reducir la altura de las columnas de libros
pendientes sobre la estantería.
Para terminar, antes de dejar la lista de libros de este
2018, me gustaría dejar mis siete lecturas favoritas de 2018:
La contravida - Philip Roth
Barbazul - Kurt Vonnegut
Solenoide - Mircea Cartarescu
El entenado - Juan José Saer
El astillero - Juan Carlos Onetti
El compromiso - Serguey Dovlátov
Los muertos y los vivos - Sharon Olds
Me dejó tanto en el tintero, Fante, Łem, Ford, Daša
Drndić. …
01) La contravida - Philip Roth. Trad. Ramón Buenaventura.
Debolsillo.
02) Alfa, Bravo, Charlie, Delta - Stephanie Vaughn. Trad.
Ana Crespo. Sajalín editores.
04) El hombre es un gran faisán en el mundo - Herta Müller.
Trad. Juan José Solar. Debolsillo.
05) La mujer del bombero - Richard Bausch. Trad. M. Rosario Martín Ruano y M. Carmen África
Vidal. Tropismos.
08) Barbazul - Kurt Vonnegut. Trad. Gemma Rovira. Hermida
editores.
09) Solenoide - Mircea Cărtărescu. Trad. Marian Ochoa de
Eribe. Impedimenta
10) The simple truth - Philip Levine. Trad. Juan José Vélez
Otero. Valparaíso ediciones.
11) Últimos testigos. Los niños en la Segunda Guerra Mundial
- Svetlana Alexiévich. Trad. Yulia Dobrovolskaia y Zahara García González.
Debolsillo.
12) La extranjera - Sergey Dovlátov. Trad. Ricardo San
Vicente. Ikusager ediciones
15) Mal dadas - James Ross. Trad. Carlos Mayor. Sajalín
editores.
16) Casa de misericordia - Joan Margarit. Visor.
17) La fiebre del heno - Stanisław Lem. Trad. Pilar Giralt yJadwiga Maurizio. Editorial Impedimenta.
18) Arden las pérdidas - Antonio Gamoneda. Tusquets
editores.
23) La mujer temblorosa o la historia de mis nervios. Siri
Hustdvedt. Trad. Cecilia Ceriani. Editorial Anagrama.
24) Ahora - Isabel Bono. Editorial Prensas universitarias de
Zaragoza.
25) Tocar el agua, tocar el viento - Amos Oz. Trad. Raquel
García Lozano. Debolsillo.
26) Yo por dentro - Sam Shepard. Trad. Jaime Zulaika.
Anagrama.
27) Luz de noviembre, por la tarde - Eduardo Laporte.
Editorial Demipage.
28) Cara o cruz - Itziar Mínguez Arnáiz. Huacanamo.
31) La soledad del corredor de fondo - Alan Sillitoe. Trad.
Mercedes Cebrián. Impedimenta
34) La policía celeste - Ben Clark. Visor
37) Lo seco - Isabel Bono. Bartleby editores (Relectura)
38) La balada de Iza - Magda Szabó. Trad. José Miguel
González Trevejo y Mária Szijj. Debolsillo
39) Lluvia sobre el río - Jim Dodge. Trad. Antonio Rómar yPablo Mazo Agüero. Editorial Salto de página
40) La mancha humana - Philip Roth. Trad. Jordi Fibla.
Debolsillo
43) El código de la piel - Miren Agur Meabe. Trad. Miren
Agur Meabe y Kepa Murua. Bassarai ediciones
44) La canción de Mercurio - Isabel Bono. Editorial Baile
del sol (Relectura)
45) El libro de la risa y el olvido - Milan Kundera. Trad.
Fernando de Valenzuela. Tusquets editores
46) Sale el espectro - Philip Roth. Trad. Jordi Fibla.
Debolsillo.
47) (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016).
VV. AA. Bartleby editores
48) Matadero cinco - Kurt Vonnegut. Trad. Margarita García
de Miró. Anagrama (Relectura)
49) La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger. VV.
AA. Bartleby editores
52) Un día más con vida - Ryszard Kapuściński. Trad. Agata
Orzeszek. Anagrama
53) Antología poética - Joaquín O. Gianuzzi. Visor
54) La investigación - Stanisław Łem. Trad. Joanna Orzechowska. Impedimenta
55) Trieste - Daša
Drndić. Trad.
Simona Skrabec. Automática editorial
56) Al oeste de Roma - John Fante. Trad. Antonio-Prometeo
Moya. Anagrama
57) Nieve - Orhan Pamuk. Trad. Rafael Carpintero. Debolsillo
60) En las montañas de la locura - H.P. Lovecraft. Trad.
Francisco Torres Oliver. Valdemar
61) Un vagabundo toca con sordina - Knut Hamsun. Trad. Pedro
Camacho. Debolsillo
62) De otra vida - Federico del Barrio/Isabel Bono. Luces
de: Gálibo (Relectura)
63) El compromiso - Serguey Dovlátov. Trad. Ana Alcorta y
Moisés Ramírez. Ikusager ediciones
64) El rey de Amarillo - Robert W. Chambers. Trad. Marta
Lila Murillo. Valdemar
65) Momentos de la vida de un fauno - Arno Schmidt. Trad. Luis
Alberto Bixio. Debolsillo
66) Los muertos y los vivos - Sharon Olds. Trad. J. J.
Almagro Iglesias y Carlos Jiménez Arribas. Bartleby editores
67) Satán dice - Sharon Olds. Trad Rosa Lentini y Ricardo
Cano Gaviria. Ediciones Igitur
68) El padre - Sharon Olds. Trad. Mori Ponsowy. Bartleby
ediciones
69) El ala izquierda. Cegador I - Mircea Cartarescu. Trad.
Marian Ochoa de Eribe. Impedimenta
70) La última alegría - Knut Hamsun. Trad. Luis Molins.
Debolsillo
71) Monasterio - Eduardo Halfon. Libros del Asteroide
72) Operación Shylock - Philip Roth. Trad. Ramón
Buenaventura
73) La maleta - Serguéi Dovlátov. Trad. Justo E. Vasco.
Revisión y adaptación Tania Mikhelson y Alfonso Martínez Galilea. Editorial
Fulgencio Pimentel
75) El espejo discreto - Ana Pérez Cañamares. Pre-textos
editorial
76) Yo estoy vivo y vosotros muertos. Un viaje en la mente
de Philip K. Dick. Emmanuel Carrère. Trad. Marcelo Tombetta. Editorial Anagrama
77) Falconer - John Cheever. Trad. Alberto Coscarelli.
Debolsillo
78) La miel - Tonino Guerra. Trad. José Vicente Piqueras.
Editorial Pepitas de Calabaza
79) Las lunas de Júpiter - Alice Munro. Trad. Esperanza
Pérez Moreno. Debolsillo
80) Enormes cambios en el último minuto - Grace Paley. Trad.
José Manuel Álvarez y Ángela Pérez. Anagrama
81) Más tarde, el mismo día - Grace Paley. Trad. César
Palma. Anagrama
2 comentarios:
Me apunto varias. Gracias por compartir tu lista y tus experiencias. Mucho ánimo con el trabajo y ojalá encuentres más tiempo para leer pronto.
Un abrazo.
Sí que se extraña no tener tanto tiempo para leer. Por ahora he empezado bien el año con Berlin y Soseki.
Un abrazo
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