Piensa en el largo camino de regreso.
¿Tendríamos que habernos quedado
en casa pensando en este lugar?
¿Dónde estaríamos ahora?

Elizabeth Bishop

lunes, 2 de septiembre de 2024

Los lunes de Anay. Socavones...

A la memòria d'ÀlexSusanna.
                                                                             (Barcelona, 1957 - Gelida, 2024)

                                               
"Se derriban edificios enteros
 en las esquinas de tu ciudad.
 ¿No es esto lo que a menudo sucede en tu interior?"

                                                                             ÀLEX SUSANNA           


Arde esta ira irreal
y sin embargo
hay que soportarla

cruje el escenario al incendiarse
tu belleza cuando cae
y sin embargo
hay que soportarla.

arde el silencio
su fractura             

y las ramas
y los huesos
de los pájaros

sólo la fe calmará este fuego
esta ira

sin rama
sin hueso
sin pájaro.

                                   MARÍA GARCÍA ZAMBRANO




Feliz lunes.

Un beso,

Anay

lunes, 1 de julio de 2024

Los lunes de Anay. Lino...

Hace años, cuando niño y adolescente, los veranos empezaban con un viaje nocturno en autobús a las aldeas gallegas de mis padres. En aquellos viajes, entre sueños y mareos y amaneceres, anticipaba el tiempo suspendido y el desorden de los días, las caminatas por el camino blanco entre las casas, bajo el resplandor también blanco de la luna y las sombras de los árboles y los tejados de pizarra sobre nuestros pasos, la luz azulada y titilante de un cielo estrellado y profundo. Se confundías los días y se perdía el domingo entre los demás días —las campanas de la iglesia marcaban las horas entre el ruido de las cigarras y el motor de los tractores y el murmullo del río, campanadas que se alargaban casi a diario cuando llamaban a un funeral o un cabo do ano y parecía que la muerte, nuestra muerte, nos rodeaba y convocaba—. 

*

Hoy he empezado un western. Leo a primera hora, en el metro, primero, y luego el tren que me llevan al trabajo. Apenas cincuenta páginas donde sigo la preparación de una expedición de caza. Es una manera de no dejar marchar aquellos días de la infancia —de recoger migas de pan—, cuando, en los pocos tiempos muertos entre juegos, exploraciones y creerse adulto en los días de recogida y maya, compartía con mi padre novelas baratas del oeste o buscaba en otras bibliotecas historias de viajeros del tiempo y odiseas espaciales. La aventura por la aventura.

*

A veces me gusta pensar que la mirada es circular, que la vida es circular, y que si me detengo en un punto puedo ver todo aquello que fue con la claridad con la que observo mecerse los árboles al viento ahí fuera. Entonces, mi padre coge, ahora, unas flores violetas que llama trompetillas y hace música entre sus labios, mide y marca a lápiz tablas de madera de las que saldrán sillas para mis primos más pequeños, su caña de pescar aparece primero al otro lado del camino y luego él con su camisa abierta y la cesta de mimbre con truchas sobre hojas de eucalipto. Ahora, mi hermana pequeña toca el acordeón para nuestro abuelo sordo, que le pide la pieza —doce cascabeles—, y se escuchan los aullidos de los perros en la noche cuando aparece una nota en particular. Ahora, las partidas de tute hasta la madrugada y las tormentas que asustan a mis tías y esconden la cabeza entre los brazos, en la oscuridad de la cocina y la visita de un loco bueno de ojos azules en nuestra cocina. Ahora, las pocas ventanas intactas del molino abandonado entre zarzas y grietas y que intentamos romper con piedras del camino. Ahora, mi abuelo paterno cuenta una emboscada durante la guerra y mi abuela sonríe al recordar que tardó más de tres años en conseguir destetar a mi padre y mi tía corta con un golpe seguro el cuello de un pavo después de emborracharlo con aguardiente. Ahora, los abrazos de mi tío rodean y acogen a mi madre y mi madre tiene el pelo largo y moreno y el azul brilla en sus ojos y su vestido es colorido y puede andar erguida y sus gestos son seguros y certeros. Ahora, elijo unas alpargatas para el verano en un bar-supermercado y comparto mi primera cerveza con mi tía y mis hermanas y yo deshacemos el orden en la iglesia y nos sentamos juntos en los bancos de la iglesia y descubro que el cielo nocturno sobre mi cabeza también guarda un camino blanco. Ahora, busco las tumbas de mis abuelos entre lápidas en la tierra. Ahora, nuestro juego de lanzar piedras sobre la superficie del río y esas ondas que se expanden hasta desaparecer.


Los lunes de Anay. Lino…

"¿A un día de verano compararte?
 Más hermosura y suavidad posees."

                                                     WILLIAM SHAKESPEARE


HOSTAL ADRIANO

Tal vez el futuro sea esto.
Vivir una prosa más sencilla.
Robarle las sábanas al tiempo.
Ropa blanca tendida al sol.

                                           ANAY SALA



Feliz lunes y feliz verano.

Hasta septiembre, un beso.

Anay

lunes, 24 de junio de 2024

Los lunes de Anay. Sibaritas...


"aquí, ahora, yo. No hay más. Acepto."

                                                        VICENTE GALLEGO


EL RINCÓN DEL GOURMET

Una pizca de sal,
un poco de vinagre
balsámico,
un toque alegre
de pimienta.
El tacto
cuenta y el color
anima.

Basta un guiño
agridulce,
una roja
granada
desgranándose
sobre el verde
lecho de la vida.

No olvides
el dorado aceite
que todo lo liga y despierta
las buenas sensaciones,
oscuras,
luminosas.

Apaga la ventana,
amor,
cierra la luz.
Abre la boca.

                    ÁNGELES MORA



Feliz lunes.

Un beso,

Anay

lunes, 17 de junio de 2024

Los lunes de Anay. Arrieros somos...

Unas semanas después de la muerte de mi padre busqué en sus cajones y carpetas en busca de su letra apretada y torcida. Encontré poca cosa, su cartilla militar y profesional, los mensajes de amor y recuerdo escritos en el reverso de sus fotografías, recortes de periódicos que hablaban de los pueblos donde vivió. Poco más. En ese momento extrañé un diario o anotaciones en un cuaderno a lo largo de los años que me mostraran el mundo en el que vivió mi padre, el mundo que sólo él veía y sentía, ante el que se encontraba solo y desnudo. Mi padre es historia oral, son mis recuerdos de él sentado en un banco, al aire libre, o desnudo en una ducha mientras lo aseaba o en un café ante una cerveza sin alcohol mientras hablaba de un mundo hoy desaparecido —aún guardo tres audios de sus últimos días, donde se relataba los mismos recuerdos con una voz que parecía ajena a él, con un eco extraño y robotizado—. 
Escribo a ýb estas cartas con las que intento que este mundo mío no se pierda y compartirlo más allá de las conversaciones con e. Decía Cărtărescu que la única literatura a leer es la memorística. 
Hoy, por ejemplo, podría escribir sobre las lenguas africanas y asiáticas que escucho durante el reparto: el padre afgano o sirio, no me atrevo a preguntar, que responde a sus hijas en un idioma que desconozco y que siento hermoso y parte del pasado. Llevan apenas un año aquí, él ya habla español, su mujer apenas sabe decir hola y gracias y sus niños se despiden en euskera. O la mujer china que habla bajo y rápido cuando responde en su lengua a su marido. O el matrimonio magrebí y su acento musical. Escucho palabras de otros continentes y tiempos, palabras que desconozco y a las que podría dar el significado que yo quisiera.


Los lunes de Anay. Arrieros somos…

"Como la lengua
que siempre va
a la llaga de la boca
y escarba,

uno es consciente de la herida."

                                               CRISTINA SÁNCHEZ-ANDRADE


LA VENGANZA

La venganza
que sigue a todo gesto
de inventar
nuevas formas de desdén.

Al orgullo
no quieras convencer.

Son los hechos
la sal de la memoria.

                                 ANAY SALA




Feliz lunes.

Un beso,

Anay

lunes, 10 de junio de 2024

Los lunes de Anay. Amapolas...


"es la belleza sorpresiva,
 que no refleja el espejo"

                                      ÁNGELA GARCÍA


OCURRE

Ocurre
que un día voy amando sin ton ni son a todos.
Al vendedor,
al ciego (le compro una estampita),
a la señora gorda, al químico, al sastre,
a todos voy amando con un amor sin bordes,
un amor de Dios manso y justo, si lo hubiera.
Pero también ocurre
que el alma, madrugada,
es como un nervio expuesto a una tenaza.
Y hay escalones falsos
y el amigo que amamos rehúye la mirada.
Caminamos sombríos
sabiendo que el mesero escupe en nuestro plato,
que el profesor calumnia a su colega
y la enfermera
maldice al desahuciado y le sonríe.
Y ocurre
que un día me conmueve la llaga del mendigo,
y extiendo mi sonrisa como un tapete nuevo
para que todos pisen
y se limpien el barro de los pies maltratados,
y la muchacha baile su vals de dos centavos,
y el cartero sacuda sus zapatos deformes.

Ocurre
que al despertarme recuerdo un amigo
que murió hace ya tiempo,
o veo llorar a una mujer viajera
en el amanecer, ¡y es tan hermosa!
Y el amor se atropella, se amotina,
y voy amando a todos sin ton ni son, a todos.

                                                                    PIEDAD BONNETT




Feliz lunes.

Un beso,

Anay

lunes, 3 de junio de 2024

Los lunes de Anay. Little tales...

¿Podríamos sobrevivir sin engañarnos nunca,
nunca, a nosotros mismos?

                                                      ULPIANO ROS

EL OGRO DE PAPÁ

En papá hay un ogro. Una vez lo escuché gritar detrás
de la puerta. Decía ese niño, ese niño, ese niño,
con una voz que no era la de papá. Los ogros tienen
boca grande y dientes afilados y la piel verdosa
y el aliento fétido y echan chispas por los ojos. No se
parecen en nada a mi papá que siempre sonríe, y me
aúpa con sus brazos musculosos y me rodea con ellos
para protegerme de las criaturas de la noche.

En papá hay un ogro, pero no le tengo miedo, porque
papá es mucho más fuerte que él. Y si ese día papá
no está, viene la bruja de mamá con una escoba y lo
hace huir a un rincón desde donde me mira rencoroso
con toda la tristeza de que un ogro es capaz.

                                                                   SILVIA RINS
                                                                   (de "El mundo al revés")




Feliz lunes.

Un beso,

Anay

lunes, 27 de mayo de 2024

Los lunes de Anay. Senderistas...


Para Fernando y Elena. Zorionak.

"Te cojo de la mano. Me detengo.
 Somos raíz hundiéndose en la tierra."

                                                     JOSEP M. RODRÍGUEZ


UN POCO ANTES DEL ÚLTIMO RECODO

No es lo habitual
pero a veces
sucede
que una mujer y un hombre
acaban encontrándose
al final del camino,
                           un poco antes
del último recodo.

Ya no hay herida que les sea ajena
ni decepción
que pueda sorprenderles:

no perderán el tiempo equivocándose.

                                                      KARMELO C. IRIBARREN



Feliz lunes.

Un beso,

Anay