Cruzas un puente de piedra.
Se acerca la noche y las sombras.
El final está cerca.
Hay un momento donde descubro
que cambiamos el camino
con cada paso que damos,
y que no volverá a ser igual
a como lo encontramos.
Entonces,
recuerdo una entrada del metro
y nuestro primer beso.
Sigues adelante
y siento la belleza que hay en ti.
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