Aquellas horas dedicadas a disfrutar del brillo de un futuro imaginado, dejándose llevar en corrientes de promesa por un amor o una pasión tan fuertes que uno se sentía transformado para siempre y convencido de que incluso la partícula más pequeña del mundo circundante estaba cargada con un propósito de grandeza imposible; ah, sí, y uno levantaba la vista para ver los árboles y estremecerse con el río del follaje pálido y dorado desatado por el viento cayendo en cascadas, y con el cantar alto y melódico de innumerables aves; esos momentos, tantos y tan lejanos, todavía regresan, aunque brevemente, como luciérnagas en el calor perfumando de una noche de verano.
Mark Strand. La vejez de la nostalgia, en Casi Invisible. Traducción de Julio Trujillo. Visor libros.
The old age of nostalgia
Mark Strand. La vejez de la nostalgia, en Casi Invisible. Traducción de Julio Trujillo. Visor libros.
The old age of nostalgia
Those hours given over to basking in the glow of an imagined future, of being carried away in streams of promise by a love or a passion so strong that one felt altered forever and convinced that even the smallest particle of the surrounding world was charged with purpose of impossible grandeur; ah, yes, and one would look up into the trees and be thrilled by the wind-loosened river of pale, gold foliage cascading down and by the high, melodious singing of countless birds; those moments, so many and so long ago, still come back, but briefly, like fireflies in the perfumed heat of summer night.
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