FERNANDO MARÍAS, Arde este libro.
DECADENCIA
Muchos años después de que la loba
romana vigilase las costas y fronteras
de la Europa más bárbara, yo llegué a sus museos.
A veces del pasado sólo queda esa luz,
el arte que disuelve
el río del lodo y sangre del que somos
limpios e inevitables herederos.
Los hombres que murieron
para que tú y yo, sutiles y mordaces,
ironicemos hoy sobre esta Europa vieja
no nos guardan rencor. No nos recuerdan.
En mis ojos de fiesta viven íberos muertos,
árabes muertos, celtas -rubios y muertos-,
judíos pensativos -muertos también- los veo;
y tú y yo, casi libres,
andamos sobre todas esas tumbas.
Y qué quieres que hagamos, si nos toca vivir.
Esta noche de junio y estrellas desatadas
pensamos en amarnos y reír.
Sobre la tumba militar cantamos.
La vida es egoísmo y libertad.
Nos toca
en esta noche dulce de verano
cumplir nuestro deber: el amor al momento,
Y eso es todo
lo que puedo decir por disculparme
o por agradecerles los servicios:
Europa aún es hermosa, no fue en vano.
Vamos a ser felices esta noche.
OLGA BERNAD
Feliz lunes.
Un beso,
Anay
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