Piensa en el largo camino de regreso.
¿Tendríamos que habernos quedado
en casa pensando en este lugar?
¿Dónde estaríamos ahora?

Elizabeth Bishop

lunes, 19 de junio de 2023

Los lunes de Anay. Caro diario...

No quiero olvidar la tormenta de ayer, que se convierta en un recuerdo difuso antes de desaparecer. No quiero olvidar el primer trueno remoto ni la falsa claridad en el inicio de la tarde ni las sombras tras el resplandor de los relámpagos ni la penumbra silenciosa en mi habitación. No quiero olvidar la butaca roja frente a la ventana abierta, el horizonte desaparecido tras una blancura cegadora, el trepidar de los granizos contra el suelo, los árboles combados ante el viento, las páginas oscurecidas de Diario de una soledad en mis manos y mi mirada entre las páginas de May Sarton y las páginas en la ventana. No quiero olvidar la lluvia sólo visible fuera de ese horizonte blanco y cegador, cuando adquiría los contornos de árboles vallas farolas y bramaba como el pecho henchido un animal prehistórico. No quiero olvidar los recuerdos de otras tormentas, aquellas en la lejanía sobre otros valles y otras campos y otros caminantes; aquellas que convertían el camino blanco de mi infancia en un río de barro rojizo y obligaban a mi tía a esconderse en la cocina, la cabeza resguardada entre sus brazos y una plegaria susurrada contra la tormenta y como amparo; aquellas donde el centelleo sobrenatural de las velas, nuestras sombras titilantes de niños contra las paredes desnudas de casa, los edificios asediados por la negrura y la voz calma de nuestra madre. No quiero olvidar el trino de los gorriones y los mirlos, el alejamiento de los truenos, la reaparición del horizonte tras la última lluvia, Y sobre todo —sobre todo— no quiero olvidar mi sosiego y silencio durante la tormenta, la emoción de sentirme contenido arrullado asombrado. Porque yo estoy en esa luz sombra penumbra, en ese viento horizonte pecho, en los caminos plegarias relámpagos, en los gorriones después de la lluvia y la voz apaciguadora de mi madre joven. 


Los lunes de Anay. Caro diario…

"Arquímedes, cariño, derrámate."

                                                 CARMEN CAMACHO


PREHISTORIA SENTIMENTAL

Antes de conocernos, ¿cómo eras?
¿Qué ambición albergabas?
¿Qué provocó ese brillo
de nostalgia secreta
que tanto habla por ti cuando estás en silencio
y define tu rostro, tu rictus espinado?

(Vivir es escoger los ideales
que irán dándole cuerpo a la fatiga
del barro que seremos,
seleccionar apenas un motivo de lucha:
a qué deseo permitir frustarnos).

Eso quiero saber.
Que me cuentes tu historia, 
la profesión soñada, tu grito adolescente,
qué muerte o desengaño
sembró con sal el campo de tu yermo optimismo.

Háblame de tus días más felices.
Concédeme intentar que los revivas.

                                                    DANIEL RODRÍGUEZ RODERO




Feliz lunes.

Un beso,

Anay

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