… Ayer, después de un camino entre acantilados, entramos en la pequeña capilla de la Providencia. Siempre me siento en los bancos finales para no molestar a los creyentes en sus rezos, para estar en mi silencio. La Virgen y un niño negros en el altar y una pared donde los feligreses, peregrinos y visitantes dejaban sus peticiones a la Virgen negra. Me entretuve ante esos mensajes a bolígrafo o lápiz y entre los cuales, chupetes, baberos, peluches de burritos, plumas de gaviotas, figuras de corazones. Leí un puñado: niños que querían, en su letra primera, que los asesinos se “icieran” buenos, mujeres y hombres rogando por la salud de sus hermanos, estudiantes que pedían aclarar su futuro, cartas en francés e inglés, cartas dobladas entre otras, fotografías y estampas, mensajes cortos: por Estefanía. Como en los tocones del camino, entre tótems de piedra, las cartas que recuerdan y piden e imploran y agradecen.
Los lunes de Anay. Acopio…
"El espejo multiplica por dos la soledad"
JAVIER PUCHE
SONSONETE
No protestes más,
airado corazón,
que a nadie importan ya
tus fútiles lamentos.
ANAY SALA
Feliz lunes.
Un beso,
Anay
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