Es entonces, a mil metros de altitud, en un camino blanco —y antes rojizo—, con las sombras del cielo sobre los campos y las aldeas de la llanada, donde me detengo para escuchar el viento la soledad el silencio —y anular, así, el tiempo, pero no la memoria—. Atrás, en el camino, un castillo en ruinas entre aldeas amarillas y campos roturados y los primeros brotes. Y rodadas blancas en pinares que crujían como mástiles y sendas minerales hacia las cumbres de los montes. La raíz entre lo árido.
Sólo viento soledad silencio en ese camino junto al cielo bajo, despojado de la palabra.
Los lunes de Anay. Arcén…
“Esto no es un paisaje.”
ÁNGELES MORA
QUIZÁ
Quizá la emoción más grande de mi vida
fue una noche de calma, un bochorno,
como antes del terremoto,
Dios entró sigiloso, impalpable en mi cuarto
y me dijo: a ti, solo a ti,
te hago saber que no existo.
CESARE ZAVATTINI
(Versión de Juan Vicente Piqueras)
Feliz lunes.
Un beso,
Anay
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